HISTORIA Y CARACTERÍSTICAS DEL CORCHO

Seguramente has escuchado o leído muchas veces las palabras “sustentable”, ”ecofriendly”, “biodegradable” y otras del estilo, pero es posible que no entendamos a qué se refieren o de dónde provienen los productos que se promueven como tal.

En este sentido vamos a hablar de por qué el corcho quedaría implicado dentro de esta clasificación.

Según referencias históricas hay datos que ya en el año 3.000 ac esta materia prima era muy valorada y utilizada en accesorios para la pesca, construcción y calzado por los egipcios y los persas. Los griegos y romanos, grandes pioneros de la historia, también empezaron a utilizar trozos de corteza para el cierre hermético de sus famosas ánforas de arcilla, barricas u odres de vino.

Sin embargo, fue en el año 1600 en Francia cuando apareció “el tapón de corcho” dada la necesidad de contener la presión de bebidas como el Champagne, dadas sus condiciones de impermeabilidad y flexibilidad. Para ese entonces ya se utilizaban botellas de vidrio, primero para el servicio y luego para el almacenamiento.

Unos 150 años más tarde, de cara a la revolución Industrial, los avances en electricidad y maquinaria dieron origen a la maquinización del proceso productivo, lo que produjo el gran salto de la artesanía taponera a la fábrica moderna, generando entre otras cosas mejores estándares de calidad. Surgieron entonces nuevos usos y fines que abrieron puertas a las exportación mundial. La aparición del aglomerado produjo un antes y un después, lo que trajo el uso de este material como aislante térmico, suela de zapatos, y otros tantos.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, la industria corchera se enfrentó a la aparición de materiales sintéticos sustitutivos. Sin embargo, hoy en el siglo XXI, el aumento de conciencia en favor de la sostenibilidad sigue posicionando al corcho en un lugar privilegiado. Esto se debe a que su estructura única lo hace irremplazable, ya que reúne naturalmente todas las propiedades de la corteza de alcornoque:

  • Es un material 100 por ciento ecológico por ser natural, renovable, reciclable y biodegradable.
  • Es regulador de las condensaciones
  • Es resistente a las altas temperaturas. Por eso los bosques de alcornoques funcionan como grandes barreras anti incendios, por su condición de “no inflamables».
  • El buen corcho debe poseer como características la flexibilidad, impermeabilidad, adaptación y longevidad.
  • Posee poder de fricción, compresibilidad y resistencia a disolventes y grasas.
  • Ofrece además otras condiciones, que lo hacen utilizable como aislante térmico en paredes, aislante de golpes en pisos y repelente de insectos por composición natural.

Quizás la mayoría de las personas asocian este material únicamente como tapón de botella, sin embargo tiene múltiples usos. Los procesos de transformación de la corteza han ido permitiendo no solo un material de mejor calidad, sino que además asegurar la protección del ecosistema.

Es así como en muchos países de Europa han ido creando normas y certificaciones para asegurar la preservación de estos bosques gracias a la industria corchera que lleva a cabo el descorche sin dañar al árbol ni al bosque.

Hoy en día, gracias a empresas que aseguran la protección de los alcornocales y la gestión sostenible de la comercialización de sus derivados, es que podemos asegurar que productos hechos de tela de corcho son amigables con el medio ambiente, pudiendo llamarlos “eco-friendly”.

Recordemos que el alcornoque, árbol autóctono del clima Mediterráneo, sirve de cobijo a una gran variedad de flora y fauna, retiene la humedad del suelo y sus raíces ayudan a retener la tierra contra la erosión. Es una de las especies que más C02 absorbe en su fotosíntesis, fundamental para la lucha contra el cambio climático.

Durante su crecimiento, es que estos árboles van engrosando su tallo, acumulando hacia el exterior de la madera células muertas y huecas: la corteza de donde se extrae el corcho. Esto es lo que garantiza que el árbol no sufre por la obtención de la corteza y, obviamente, no se tala. Es así como el descorche contribuye a la regeneración de la especie.

Esto hace que hoy podamos decir con propiedad, que somos parte de una tendencia catalogada bajo el título de MODA SUSTENTABLE.